martes, 27 de septiembre de 2011

Chanfle directo al corazón

Para mi cumpleaños me dieron uno de los mejores regalos que he recibido desde hace mucho tiempo. Además de despertar junto a chiquitiboom, fue un block de notas de papel reciclado y un marcador verde.

La intención es que vuelva a escribir esas vivencias que dejé hace algún tiempo. Me doy cuenta que me gusta mucho hacerlo y lo tengo que confesar, dejar de hacerlo por un tiempo es bueno. Así uno se ventila y se desintoxica que tanta porquería que se mete uno mientras está encerrado en una cuenta de pago por trabajo.

Y ahora que vuelvo a tener estas ganas de volver a rellenar de letras este espacio, también lo haré con el block hasta acabar con la tinta del marcador.

¡A su salud pue y que la cosa siga sonando!

Para retomar viejas costumbres aquí les dejo a Phoenix y una muy buena canción Lisztomania



miércoles, 21 de septiembre de 2011

Ocho años, 10 meses y 27 días después


[aunque hay personas que puedan pensar que lo que digo en pláticas es por recelo o por estar resentido de la decisión que se tomó. Lo que puedo decir es que el qué esté libre de pecado que tire la primera piedra]

Vaya si estuvo larga la trayectoria por el medio de comunicación que me abrió la puerta a colarme entre las letras en papel y tintas de colores, y que más de algunos de las 10 mil personas que les llega el periódico pudieran leer más de alguna de las cosas que escribí. Fueron muchas páginas, artículos, revistas, notas, entrevistas, puteadas, decepciones personales, alegrías de triunfos obtenidos, carreras, notas y fotos exclusivas. Haber conocido a varias personas que reconocieron tu trabajo que no precisamente fueron los mismos que dirigen tu trabajo o la empresa en sí,  varias entrevistas con personajes que muchos admiran. Tanto políticos como artísticos. Estos en su mayoría.

No me puedo quejar por la forma en que se decidió que me fuera, para nada. Es más, tengo decir que agradezco mucho porque logré tener una trayectoria que muchos se asombran cuando les digo que mi lindo viaje de estadía en ese lugar fue por casi nueve años, pero tengo que admitir que me gustó.
Conocí a un buen porcentaje de guatemaltecos que se dedican al arte. Y pude ser testigo del despegue de sus carreras. Y también de la caída de muchas. Puede conocer a artistas que ahora ya no están con nosotros y en una que otra entrevista me dijeron palabras muy sabias. No dichas en sus letras de canciones, sino como un ser humano común y corriente. Y bueno, también llegás a conocer a personas que tienen cada calificativo del diccionario que por más que le busqués el lado amable, no se lo encontrás por ningún lado.
Pero como buena carrera tiene también su otra cara de la moneda. Si tuviera que criticar su lado oscuro sería de lo peor. Y creo que me llamarían difamador. Como todo gran imperio tiene sus cosas que uno como no “bisnero” que es no llega a comprender. Así que eso se lo dejo a los amos del universo monetario.

Yo por que amaba lo que hacía nunca fui presa de la codicia de tener los ojos verdes en forma de dólar.  Al fin y al cabo por algo lo llaman el cuarto poder. Bueno yo ahora lo llamaría el sexto o el séptimo ya que ha perdido terreno gracias a estas nuevas plataformas de comunicación en línea. Y por ellas muy agradecido porque aquí no hay censura ni nada que nos haga callar lo que queremos expresar realmente.

Al final lo único que puedo decir que no me convertí en un calienta sillas y perdón si lo digo, que ya empiezan a abundar muchos en estos lugares y hay muchos que ya le encontraron gusto a ir acolchonando y dándole forma de su espalda y su culo al lugar. Y perdón le duela a quien le duela.