[aunque hay
personas que puedan pensar que lo que digo en pláticas es por recelo o por
estar resentido de la decisión que se tomó. Lo que puedo decir es que el qué
esté libre de pecado que tire la primera piedra]
Vaya si
estuvo larga la trayectoria por el medio de comunicación que me abrió la puerta
a colarme entre las letras en papel y tintas de colores, y que más de algunos de
las 10 mil personas que les llega el periódico pudieran leer más de alguna de
las cosas que escribí. Fueron muchas páginas, artículos, revistas, notas,
entrevistas, puteadas, decepciones personales, alegrías de triunfos obtenidos,
carreras, notas y fotos exclusivas. Haber conocido a varias personas que
reconocieron tu trabajo que no precisamente fueron los mismos que dirigen tu
trabajo o la empresa en sí, varias
entrevistas con personajes que muchos admiran. Tanto políticos como artísticos.
Estos en su mayoría.
No me puedo
quejar por la forma en que se decidió que me fuera, para nada. Es más, tengo
decir que agradezco mucho porque logré tener una trayectoria que muchos se
asombran cuando les digo que mi lindo viaje de estadía en ese lugar fue por
casi nueve años, pero tengo que admitir que me gustó.
Conocí a un
buen porcentaje de guatemaltecos que se dedican al arte. Y pude ser testigo del
despegue de sus carreras. Y también de la caída de muchas. Puede conocer a
artistas que ahora ya no están con nosotros y en una que otra entrevista me
dijeron palabras muy sabias. No dichas en sus letras de canciones, sino como un
ser humano común y corriente. Y bueno, también llegás a conocer a personas que
tienen cada calificativo del diccionario que por más que le busqués el lado
amable, no se lo encontrás por ningún lado.
Pero como
buena carrera tiene también su otra cara de la moneda. Si tuviera que criticar
su lado oscuro sería de lo peor. Y creo que me llamarían difamador. Como todo
gran imperio tiene sus cosas que uno como no “bisnero” que es no llega a
comprender. Así que eso se lo dejo a los amos del universo monetario.
Yo por que amaba lo que hacía nunca fui presa de la codicia de tener los ojos
verdes en forma de dólar. Al fin y al
cabo por algo lo llaman el cuarto poder. Bueno yo ahora lo llamaría el sexto o
el séptimo ya que ha perdido terreno gracias a estas nuevas plataformas de
comunicación en línea. Y por ellas muy agradecido porque aquí no hay censura ni
nada que nos haga callar lo que queremos expresar realmente.
Al final lo
único que puedo decir que no me convertí en un calienta sillas y perdón si lo
digo, que ya empiezan a abundar muchos en estos lugares y hay muchos que ya le
encontraron gusto a ir acolchonando y dándole forma de su espalda y su culo al
lugar. Y perdón le duela a quien le duela.