martes, 10 de marzo de 2009

Any given minute 4 now own… Alarma!!! Alarmala!!! Alarma!!!

El principio de la decadencia así lo titularía dije una vez. No sé qué decir, realmente. Tomar la esencia del discurso que define nuestras vidas... Todo se reduce a hoy, a cicatrizarnos como equipo. Por que esos somos los dos, o vamos a destruirnos si no lo empezamos a hacer. Pulgada a pulgada, jugada a jugada. Hasta que terminemos. No importa si ganamos o perdemos, la cosa es llegar hasta que el reloj marque cero.

Estamos en el infierno ahora, créenme. Pintar, crear o pensar en una felicidad no es así de fácil. Se construye. No lo puedes hacer de la noche a la mañana, créeme. Muchos lo han intentado y han fallado. Si querés podemos quedarnos aquí, comiendo mierda, o podemos luchar contra el camino empedrado.

Ahora te puedo decir que he hecho todo lo malo que un hombre de mi edad puede hacer. Me he enojado y saque de mi vida todo aquello material, dinero, aventuras y placer, créanlo o no. Expulsé cualquier persona de mi vida que nunca me amó y algunas que sí lo hicieron. Y últimamente, no puedo ni siquiera soportar la cara que veo en el espejo.
Ya sabes, cuando llegas a viejo, en la vida, veras que las cosas se ponen de tu parte. Quiero decir que es parte de la vida. Sin embargo, sólo lo llegamos a saber cuando comenzamos a perder cosas o cuando se acaba algún ciclo.

A comenzar una nueva vida, o recomenzar una que dejaste en pausa. Recuerda, es un juego de centímetros, o milímetros, ya que el margen de error es tan pequeño para poderse equivocar a cualquier momento. Ojo no te lo digo que sea perfecto, solamente que funcionará. Algo muy pronto o algo muy tarde, hacen la diferencia. Un movimiento demasiado lento, demasiado rápido. El tiempo que necesitamos están por todas partes alrededor de nosotros. Están en cada pausa, cada minuto, cada segundo. En cada mirada que le das.

Aquí es donde te lo digo. Cambia el tiempo por medidas. Que al final cuando sumes todas las pulgadas, milímetros, metros o centímetros, te darás cuenta que ahí es donde está la maldita diferencia entre ganar y perder, entre el vivir y morir. Te digo esto, por que en cualquier batalla es estar dispuesto a morir para acaparar ese milímetro que hace la diferencia para ganar. Y sí amigo, ahora te darás cuenta que vas a tener una vida. Yo me di cuenta exactamente porque todavía estoy dispuesto a luchar y morir por esa pulgada que me hace feliz, porque eso es lo que la vida es, medidas delante de mi que marcan la diferencia.

Recuerda esto y compártelo, El tiempo existe... pero es un invento del hombre, ahora sólo queda avanzar esos centímetros para estar nuevamente junto a ti. De cerca como debería de ser.



Te escribo esta carta cuando ya tienes uso de razón. Cuando ya tus acciones tienen un sentido. Cuando ya sabes que camino tomar. Cuando ya te cansas de caminar y tropezar y aún así sigues. Cuando todo tiene un sentido y te cuesta voltear a ver. Cuando dices que no te arrepientes de lo que has hecho.
De que me hubiera servido enviártela cuando tenías 10, 5, 18 años. Si a esa edad te divertías. Te pelaba todo. Todo tenía solución inmediata.

Te la envío ahora que todo tiene sentido. Que tu vida tiene sentido.

3 comentarios:

Miss Penny Lane dijo...

de fondo tengo una canción de Dresden Dolls y casi chillo con tu post.....

David Lepe dijo...

sin palabras... por ahora. si las encuentro, te aviso.

Prado dijo...

este texto es de esos que te pegan un punch en el hígado. justo ahí, donde siempre me ha dolido. luego, uno al corazón.