La duración, la intensidad, las pausas y los movimientos. No estoy hablando de sexo, pero créanme que sí se puede aplicar. Y a la hora de hacerlo como que.... ejém volvamos al tema.
Vuelvo a aquel café donde nos sentamos por primera vez. La negociación sigue siendo la misma. Me paro y busco la rocola que saca las melodías para ambientar el lugar. Tomo una moneda y busco la canción que me recuerda tanto. “No esta”, por lo vieja que es no la deben de tener.
Vuelvo a mi asiento y digo “no está”. Ella se levanta, toma la moneda de mi mano y se acerca a la melómana máquina de música, introduce la moneda y viéndome fijamente aprieta los botones al azar. Comienza una nueva melodía.
Despacio y con pausas. Regresa. Vuelve a sentarse. Enciende nuevamente un cigarrillo y me dice: “bailamos esta”. El movimiento de su espalda y cadera me invita a pensar en la intensidad que esto llevará de ahora en adelante. Cuanto durará, aún no lo sé. Pero que sea para rato.
Ahora me pregunto, ¿será que leí las pequeñas letras del contrato?
La habitación de al lado
Hace 4 días
4 comentarios:
yo tampoco leo las letras pequeñas. soy míope.
Aunque las leyeras, vos no sos de los que hacen caso.
Cual kamikazes compañeros nos vamos con la finta.
Prado: jajaja ya necesitamos lentes
Lepe: ouch...
Claro como dice el lepe.. las leerías y dirias; "coman m...." o una de tus típicas frases:
"Qué pu.as es eso??"""
jejjee te conozco mosco...
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