martes, 8 de diciembre de 2009

La vida y sus after hours...

*Estos relatos son ficticios. Cualquier similitud con personajes de la vida real es pura coincidencia o por efectos de bebidas con porcentaje de alcohol. Los hechos son basados en casos reales, si se ve identificado con uno de ellos por favor siga llegando al bar para que podamos seguir disfrutando de esas historias.

[Hace unos cuantos meses atrás empezó todo...]
Suena dentro del carro Where the streets have no name, a lo lejos después de cerrar una puerta queda el recuerdo de lo que vivió. El humo de un cigarrillo va saliendo por la ventana que deja entrar el aire frío que caracteriza a la madrugada. La luna de cabeza esta siendo seducida por el inicio de la entrada del sol. Los pajarillos y algunos peatones me acompañan en mi regreso. Es ilógico pensar que yo llegaré a dormir cuando las personas que veo en la calle se están preparando para comenzar las tareas. En fin.

Las horas pasan y la plática no termina. Los buenos momentos y los comentarios siguen llegando. Cada noche es uno nuevo, desde que calentura se tiene en el parqueo, que la manita sudada a través de la barra, que el conecte de la chava que tiene unas piernas de maravilla, que por que putas esta la gorra de los Yankees en ese lugar (perdón pero háganle huevos), que en la fiesta le baje los pantalones y la tenía del tamaño de un arroz, etc. Abrazos, besos improvisados y un sin fin de historias.

La persiana del bar se ha sellado para espantar a aquellos de disfraz de autoridad. Las noches han dejado música a su alrededor. historias, bodas, pleitos, arreglos y más que una que otra cosa que no se debería de contar. Atrás en la barra es otra historia. En las bancas no digamos y a la hora de cerrar las cortinas y quedarse por unos minutos más. La situación cambia, la sinceridad fluye, la historia es otra. Un cigarrillo hace lo suyo, mientras las historias de diferentes procedencias se hacen presentes. Suena Don’t stop till you get enough. La noche sólo trae más historias....

La luna ya hizo lo suyo, sedujo al sol para llevarlo a donde nadie lo ve. Me subo al carro y emprendo el camino a aquel lugar donde todo se ve más relajado, donde las historias son verdaderas y dónde los relatos llegan cada noche contados a través de las horas, que más podrá pasar. Bienvenidos a los relatos de after del fondo de estas hours.

2 comentarios:

Abril dijo...

Conozco una luna.. una luna envidiosa, amante, posesiva, intensa...

... recuerdo esa luna.


Abrazos miles.

mOrena dijo...

q profundo el after!!!
yeahhhh me llega!