No sé qué pensar. [Gasolina, esa película que se merece más]

Ayer por la noche fui a la inauguración de la película de Julio Hernández, Gasolina. Una producción que en lo personal me agrado mucho, pero les dejo el criterio a ustedes de juzgar. Podría venir y hacer un post para decir todo lo bueno o malo de la película. Pero eso no fue lo que me llamó la atención.

Recuerdo muy bien cuando el año pasado se anunció que Julio Hernández había ganado en el Festival de San Sebastián en la categoría cine en construcción. También recuerdo muy bien que en un periódico se le dio el título de personaje del año… pinches ni diploma de reconocimiento le dieron. Una publicación, portada y ya… suficiente.
Pasaron los meses, Julio batalló para lograr terminar su sueño. El dinero, las desveladas, celos profesionales y cualquier cosa que se anteponía a hacerlo fue tema de conversación después de un partido de basquet ball. En ese momento pense, vaya ganar un premio si que no es como lo pintan.
De ahí llego el día, Gasolina ganaba nuevamente, mejor dicho dejaba claro la decisión y el apoyo que el jurado le había dado un año antes en San Sebastían. Nuevamente portadas, entrevistas, crónicas y otra vez… suficiente, ya mucha portada al muchacho.
Julio mientras tanto disfrutaba de su triunfo a su manera.

Anoche la premier. Aplausos, felicitaciones, la película, risas. presentación del staff y la frase: "bueno los invitamos a un coctelito que patrocina el ministerio de fulano de tal, que no vino por que anda chambeando". Y las seguidas palabras de Julio, “Bueno muchá los invito a llegar al portalito, eso sí cada quien se paga lo suyo”.

Que putas es eso… si mal no recuerdo un pizado Guatemalteco, que concursó en Argentina en un programa de cantantes, en el cual triunfó gracias a nuestros votos a nuestro apoyo, ganó. Y bueno cuando regresó al país, parecía cual papa era recibido. Una locura en las calles, parecía cual manifestación ridícula. En la muni que concierto y que el título de ciudadano que pa que putas. Que frente al palacio, abracito del presidente y concierto, niñas gritando y el pizado creyéndose el tata de Guatemala. Y Guatemala paralizada, por un cerote que no hizo nada por guate. Sólo la pinche macarena hizo falta bailarle y que a una calle le pusieran su nombre.

Ahora que Julio pone con un proyecto personal, con el cual sudó todas las gotas de cansancio de su esfuerzo, ni la puta rosa del palacio lo invitaron a cambiar. Si el presidente le dio la mano y lo felicitó personalmente, aun no lo sé. Que si el alcalde de la cuidad le dio el título de ciudadano distinguido, menos, no he leído la noticia. Por que, si la pensamos bien Julio le dejó claro a muchos en San Sebastián que aquí en guate se puede hacer buen cine y no sólo somos duchos para ganar y gastar celular en un show gracias a los mensajes de texto. ¿O fue gracias a nuestros mensajes de texto que Julio ganó en San Sebastián? por que si fue así no vi por ningún lado el numerito que había que marcar.

No nos entiendo, creo que Julio se merecía mucho más que una copa de vino en los pasillos de donde fue estrenada su película anoche. Talvez Julio es muy humilde para este tipo de celebraciones y se la pasó mejor en un rincón de la zona 1 junto a sus amigos.

Para mí es que a ciertas personas les pela de verdad el triunfo de un artista guatemalteco que no lleva el título de producto para explotarlo comercialmente.
O perdón, no me había dado cuenta, eso siempre pasa.

*Gasolina la estrenan el próximo 31 de octubre, no se la pierdan.