martes, 15 de diciembre de 2009

En la barra y el trago amargo de plástico

Y es que no lo podemos negar la pornografía vino a quitarle el encanto al erotismo. Decía esa voz en medio del bar que no tenía mucho de haber subido la persiana, unas cuantas cabezas sentadas en la sala y yo con mi vaso en la mano.
“Y claro, todo ahora es pornográfico, ya no te deja nada a la imaginación, al encanto, a la curiosidad”, Concluyó.

En la duela del lugar secreto se pasean esas piernas, esos escotes, esas miradas que te invitan de una vez a hacer algo más. No te dejas conquistar. La caricia suave que roza la mandíbula y la palma de su mano que se queda caliente sobre el pecho.
La pornografía no solo esta en la tv y en sus noches de climax. En las cajas escondidas en la sexta donde están los piratas que tienen el último hit de la pantalla grande sin que haya salido todavía a su estreno. Esta en todos lados te lo regala de una vez, te deja saciado y sin ganas de preguntar nada mas.

Yo decidí darle un trago más a mi vaso, mientras simplemente dejaba ver discretamente el escote que esconde todo aquello que quisieras tener y besar sin medida mientras sigo con los relatos de after del fondo de estas hours.