martes, 1 de julio de 2008

Te quiero comer a mordidas...

No me acordaba de mucho. Simplemente me vino a la mente.
Una noche entre voces, un conversatorio recordaba algo, te quiero morder suavemente.
Sí, esa pasciencia que nos vuelve locos, esa voluntad que nos deja a ciegas.
La perseguidera se apodera, pero hay que comérsela.

La llegada, el momento, la huida.
Cómo aquel presente.
Todo hay que comerlo, poco a poco.

A mordidas, sin atragantar.

Lentamente, saborearse el momento. No importando cómo sea.

[una canción para aquellos que dicen que perdieron una dirección, pero saben dónde encontrarla]

2 comentarios:

Súa Agapé dijo...

La perseguidera se apodera de nuestra voluntad y terminamos siguiendo aquello que provoca la mordida.

Poco a poco se consume el presente, envolviendolo en pasado... mordida tras mordida...

saludos :D

LuisRo (P*!!!) dijo...

Mordia a mordia... cómo se nos va la vida, es bueno parar?

Es bueno cerrar la boca o dejar el mordisco para no soltarlo?