Dejé que el tiempo se aprovechara, y te marchaste, te marchitaste. No hubo vestigio, rastro por el cual seguir tus huellas. Me cansé de buscar. Parado siempre en esa esquina a la cual nunca llegaste. Mojado, con frio o bajo la luz del sol, te esperé. Más sólo el frio de tu ausencia me llegó a visitar.
Al tiempo te encontré, te vi de lejos en esa misma esquina. Tu cara pintaba unas arrugas como carreteras, tu cuerpo no era el mismo. Donde mis manos descansaban había cambiado, la figura que su contorno se dibujaba con aquella pálida luz del cuarto se moldeaba diferente. Pero eso no cambio a que el acelere de mis latidos fuera el mismo.
Llegue a lado, más nervioso como el día que te vi por primera vez. Tú, no supiste que era yo. El silencio se hizo eterno y la luz cambió. Te fuiste caminando me imagino, en el mismo rumbo que te perdí. Tu caminar lento, me hizo pensar en salir detrás de ti, pero rompería la ilusión y emoción de nuestro nuevo encuentro, muy parecido a aquella mañana que te ví por primera vez.
Ahora atesoro un nuevo recuerdo, el cual no compartirás conmigo.
*les compartir una frase que dice “come back with your shield or on it”. Uno de hombre hace todo para estar nuevamente al lado de su ser amado.
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