A petición de Jorge vamos a cambiar un poco el tono de la comicidad de nuestro querido y adorado Calvin y contar otra de sus magnificas historias.
Esta es una de las series que también les puedo dar mi voto de confianza, por que es la que más se acerca a mi infancia. La imaginación nos hace libres y así era yo de pequeño, libre para hacer lo que quisiera, juguetón, investigador y sin censura , que era lo mejor.
Bueno aquí se las dejo para que se la disfruten.
*Me recuedo cuando de peque en una simple caja de cartón se pintaba como mi gran nave esapcial, el pasillo de mi casa la plataforma de despegue y las colchas limpias de mi mamá dibujaba cualquier superficie de algún planeta. Lo grandioso era perderse dentro de esas dunas que me llevaban horas construirlas, junto a los cojines de la sala, y destruirlas en tan sólo un par de minutos. (suspiro, que recuerdos aquellos). Bueno y después oír aquel estallido de cólera, parecido a cualquier habitante extraterrestre, reclamando sus sábanas limpias.... Vaya que días aquellos!
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