Trate de llorar como no lo había hecho en meses. No me daba cuenta de su ausencia. De su lejanía. Los minutos ocultos en mí, se volvieron horas cuando mi vida cambió de rumbo.
Me sentía seguro, entre sus brazos que me daban esa fuerza que no tenía. Pero me soltaron y me vi como tenia que estar.
Ahora siento el vacio en mi hogar, ella ya no esta. Ya no oigo su corto caminar para que la pueda ayudar. O los buenos días cuando mi reloj se queda dormido y las carreras de última hora se hacían presente. El vacio se hizo grande. Ahora como lo siento. Parezco un sonámbulo sin tu compañía.
Una mañana recibí la notica. Su corazón había parado de latir y el mío se quedo sin fuerza. Hoy mis lágrimas se hicieron presentes. No sabés cuando te extraño. Cuídame desde el cielo abuelita, que ahora necesito fuerzas.
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